Comentarios y Críticas
“Una de las cantantes que no le vendieron su alma al rock. Marta Bellomo desarrolló un muestrario de sus virtudes vocales, como en el difícil arte del scat (canto sin palabras, onomatopéyico y muy rítmico), donde lució impecable; también dejó en evidencia un registro amplio y flexible y un chispeante sentido del humor, como cuando imitó el estilo minimalista de la inconfundible Blossom Dearie.
Junto a Bellomo, el guitarrista Alejandro Moro evidenció ser un “armonicista” de peso, tanto en la lectura de clásicos como de otros temas menos conocidos, los que elaboró partiendo de la sencillez melódica hacia caminos imprevisibles que revelaron una rica amplitud de horizontes. En este sentido, el dúo confirmó que el repertorio de standards no muere en una docena de trillados éxitos, hay mucho material por hacer que el público, cada vez más entendido, reconoce y disfruta. La relación entre voz y guitarra mostró intensidad y una suerte de respiración compartida que resultó muy atrayente. El estilo de la Bellomo es de una profunda expresividad, sin sobreactuaciones, que contrasta con las formas más introspectivas de Moro, que, a través de un inteligente trabajo en los silencios, mantiene una corriente relajante. Contra todo pronóstico, el dúo se mueve en sus tiempos, sin forzar la marcha ni tampoco transitar por el fácil camino de ciertos manejos de exhibicionismo. Ambos, excelentes músicos, eluden los lugares comunes y construyen un encuentro de calidad vocal e instrumental. La Bellomo es actualmente la mejor voz jazzística de la ciudad (las otras dos grandes voces, Graciela Cosceri y Roxana Amed, han saltado el cerco para desarrollar propuestas más vinculas con la world music o, directamente, la canción) y dejó sentados sus reales en un recinto a tope.
El encuentro comenzó de menor a mayor. Bellomo y Moro manejan sus tiempos sin apuro. El repertorio está armado con una variedad sin altibajos, un puñado de canciones interpretadas como standards, entre las que sobresalieron la versión de “In New York”, de los Heath Bros., sobre la que Bellomo cantó “Body & Soul” por tener los mismos acordes ; “My Romance”, y uno de los grandes blues de la historia, “Stormy Monday”.
A lo largo de la noche, Moro mostró saber combinar tradición con modernidad, a lo cual se sumó su sentido de la ubicuidad como acompañante. En efecto, ocupó de manera excelente su lugar de interlocutor y a modo de entrevistador supo crear las condiciones para que la cantante se exigiera.
Un muy buen encuentro con dos músicos que hacen de la creatividad un lenguaje cotidiano. Por otra parte, este cuasi retorno de Bellomo y Moro, muy aplicados a la tarea docente, es una excelente noticia y deja en evidencia la vitalidad del género, que no permite retiros anticipados”.
Dijeron de Marta:
“la Bellomo es una cantante de estilo negro; una voz, algo aguardentosa y cálida, que maneja con una fluidez experimentada”.
“…su estilo, de intensa fuerza expresiva, ha sido tomado por muchas intérpretes como modelo de canto” .
Dijeron de Moro:
“es un guitarrista finísimo, de técnica impecable y una forma particular de desarrollar los acompañamientos, con una respiración suave, pero intensa. Ideal para el estilo de Bellomo”
El fenómeno jazzístico en la Argentina
Un género en crecimiento
“Los escenarios porteños son el reflejo de una vitalidad envidiable Creció el número de vocalistas, entre las que se destacan Marta Bellomo:
Un repaso de la escena jazzística muestra un claro crecimiento por el lado de las cantantes, quienes en pequeñas formaciones descubren la riqueza interminable de los standards. Ente ellas se luce Marta Bellomo, una vocalista de sólida fama en el ambiente. Profesora de cantantes que hoy ya tienen un lugar en los escenarios. Bellomo, con excelentes discos editados, muestra un interesante estilo, salpicado de humor. De voz segura, esta mezzosoprano se mueve con comodidad tanto en los climas intimistas como en los explosivos. Trabaja de manera inteligente en unísonos, poco común por aquí.”