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         Relajación 
 Quiero hacer hincapié en un concepto que comente en una de las notas anteriores: • Cuando cantamos "correctamente" nada se tensiona, nada tiene que sentirse diferente en la boca y/o en la garganta. Nuestra lengua, mandíbula, paladar blando o el cuello estarán relajados, en su posición natural. Esta "postura vocal" que usamos cuando hablamos cómodamente es la misma que debemos usar cuando cantamos. El diafragma y todos los músculos para respirar trabajarán de la mejor manera para suministrar a las cuerdas vocales la exacta y justa cantidad de aire. No necesitaremos empujar, tensar o manipular nada para tener una voz fuerte, clara y dinámicamente flexible. No necesitaremos empujar nuestra voz, estará automáticamente balanceada con la exacta cantidad de armónicos agudos, medios y graves. Para lograr esta comodidad cuando cantamos es conveniente relajarnos. 1- Con los pulmones al menos moderadamente llenos, nos relajamos y permitimos que el aire salga solo (no lo soplemos hacia fuera). La respiración no debe hacer ruido, ni cuando sale el aire. 2- En ese momento, dejamos caer la mandíbula y empujar los labios hacia delante desde los costados de la boca, como si pronunciáramos "O". Usemos un espejo para asegurar la posición correcta. Es como silbando, pero luego bajando bien la mandíbula y mandando los labios hacia delante. 3-   Cuando el aire termine de salir, no soplemos hacia fuera más aire. Mantener la posición por un momento antes de inhalar. Es recomendable por una o dos semanas controlarse con el espejo y releer estas instrucciones hasta estar seguro que estamos haciendo el movimiento de relajación correctamente.  En nuestro próximo encuentro seguiremos practicando nuevos ejercicios, pero vamos a usar un metrónomo.  
 Marta Bellomo  |